Croquetas
La ruta valenciana de la croqueta
Las de la abuela son indiscutiblemente las mejores. Y si no, las de mamá. Lo mismo da. Las hay de ave, de jamón, de queso, de Galera, de pisto, de todo tipo de pescado, de boletus o de foie. De todos los gustos y de todos los tamaños; redondas o cilíndricas, tradicionales y ultra-modernas, líquidas por dentro o con sorpresa. Cada una tiene su esencia, su historia, su verdad. Que a veces, por cierto, puede ser desastrosa. ¡Te lo dice Cooking, que he hecho croquetas con el cartel de: “prohibido comérselas por catastróficas”!
Hoy me he empeñado en desvelarte el Informe Croquetas. Aunque ya sé que erraré, que dejaré muchas exquisitas en cualquier rabanera de cualquier bar invisible. Esa croqueta perfecta que sólo tú sabes dónde te la servirán. Pero bueno, lo debemos intentar. Así que mira algunas pistas del mapa que vamos a recorrer:
¿Una croqueta de pesto muy Ricard?
¿Una de galeras junto al Papa Luna allí en el mar?
¿Una de las que realiza este mago de las croquetas que te voy a presentar?
Si me sigues, conocerás croquetas de aquí y de allí. Croquetas para enloquecer, algunas para volver al pasado y otras para aprender. Aprender, sí, porque en medio de tanta gastrosofía, una tímida croqueta te puede hacer ver la luz, transmitir más sensaciones y más emociones que cualquier rimbombante menú.
Articulo: Jesús Trelis – Historias Con Delantal – Las Provincias