Peñiscola ¡Luces, Cámara… y Arroz!
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Peñiscola ¡Luces, Cámara y Arroz!
En Peñiscola, los actores de «Juego de Tronos» trabajan de sol a sol y por la noche se deleitan con el plato que adoraba Berlanga. Cualquier detalle que se filtre de la serie está multado con 150.000 dólares
Articulo: Fernando Miñana
Peter Dinklage tiene un problema y no es estrictamente su enanismo. Su pesadilla es haberse convertido en Tyron Lannister, uno de los personajes más populares de ‘Juego de Tronos’, la serie que cuenta con millones de seguidores en más de 170 países, y no poder pasar desapercibido. Al pequeño actor de Nueva Jersey no le valen de nada la barba, el pelo enmarañado, una gorra ni las gafas de sol. Mide 1,35 y todo el mundo le detecta enseguida. Y hoy en día eso equivale a desenfundar el móvil y comenzar a sacarle fotos sin miramientos. Así es la vida de un famoso en el siglo XXI.
El actor lleva varios días convertido en el hombre más perseguido en Peñíscola, un pueblo costero del norte de Castellón de no más de 8.000 habitantes en invierno que HBO ha convertido en un búnker. Su precioso casco histórico, erguido sobre el peñón que se adentra en el Mediterráneo, que este día está calmo, plano como una sábana recién planchada, está bloqueado. Nadie puede pasar, salvo las decenas de operarios que lucen orgullosos su acreditación en el pecho mientras trajinan, arriba y abajo, con el material de los escenarios.
Peñíscola se ha convertido durante dos semanas en Meereen, el territorio donde se ha asentado Daenerys Targaryen. De ahí que un día David Sanjuán diera un respingo, cuando se encontró con Nathalie Emmanuel, una de las actrices que más de uno ha visto por la calle. El propietario de ‘Cinquanta’, un barecito que solo se nutre de productos provenientes de cincuenta (o un poco más) kilómetros a la redonda de Peñíscola, se quedó de piedra cuando vio entrar por la puerta a Missandei, la fiel sirviente y traductora de la ‘khalessi’ de los tres dragones.
Emmanuel no se expresó en el ‘alto valyrio’, sino en la lengua común, que en el mundo real equivale al inglés. Y le contó que había visto que en aquel pequeño rincón rodeado de restaurantes de fritanga para guiris habían elaborado un menú basado en los platos que tan detalladamente describe George RRMartin en sus libros. Como una empanada de ternera y bacon que Sanjuán ha rebautizado como ‘El reposo de John Nieve’. O ‘El sueño de Lord Varys’, un confit de pato con salsa de miel al estilo de Pentos. Y la creación que va a mantener en la carta, de tanto éxito que ha tenido, la sangría con miel, tomillo y romero, como los vinos especiados de los siete reinos. «Yo era un gran seguidor de la serie, pero cuando supe que vendrían aquí a rodar comencé a leer los libros y vi que se explican todos los platos que comen. Entonces descubrí que en Estados Unidos tres mujeres recopilaron todos los guisos en un libro».
Sanjuán habla libremente porque él tiene su negocio y no ha firmado ningún documento con la productora, pero aún así pide que no trasciendan algunas anécdotas jocosas sobre Peter Dinklage. Todo el mundo tiene miedo de que se enfaden los capitostes de la serie que debe poner en el mapa a Peñíscola. El alcalde y la responsable de la ‘Film office’ no sueltan ni prenda. La amenaza de una multa de hasta 150.000 dólares (unos 133.000 euros) por saltarse la cláusula de no desvelar ningún secreto de la serie –por absurdo o intrascendente que sea– es muy convincente.
Andrés Martínez, el alcalde, no se atreve ni a confirmar que el director de fotografía, un hombre de gran prestigio en el mundo audiovisual, acudió a felicitarle. «Nos hemos limitado a estar al lado de la productora para ayudarles en lo que fuera. Han sido días muy intensos, pero esto nos va a convertir en una atracción turística y en un reclamo como plató natural».
Los hoteles, hasta arriba
Los hoteles, que acaban de dejar atrás la temporada alta, están encantados. Dos de los grandes reservaron todas sus habitaciones para alojar a las cerca de 500 personas que forman el equipo de la serie. En los restaurantes, no tanto. Las vallas del rodaje los han dejado casi aislados y alguno ha tenido que hacerse un trono con espadas como el de la serie para atraer a la gente. «Me lo hizo un amigo que es un artista. El domingo tenía a 80 personas haciendo cola para la foto».
El fin de semana ya pudieron hacerse una idea del poder de ‘Juego de Tronos’ cuando miles de seguidores se fueron a Peñíscola para ver si conseguían hacerse una foto con Tyron Lannister, Shae, Varys o algún otro personaje. Los actores principales se escaparon el sábado por la noche a Casa Jaime, uno de los restaurantes de referencia en Peñíscola, para ejercer de turistas y comerse un buen plato de arroz –los valencianos nunca cenan paella–. Las estrellas se deleitaron con productos marineros y dos tipo de arroces: uno con yemas de erizo, gamba roja y ajos tiernos, y el Calabuch, que lleva el nombre de la película que Luis García Berlanga rodó en Peñíscola porque era también el plato que apasionaba al genial director valenciano.
Todos remataron con postres autóctonos como la tarta de naranja y sorbetes de mandarina o romero. Charlaron en la sobremesa y, después de dejar «una muy buena propina», se marcharon. Ya hacía rato que se había ido Peter Dinklage. Él seguía huyendo de la fama a toda prisa.
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