Calas de Peñíscola
Las Calas de Peñíscola, Descubre todo lo que la «Ciudad en el Mar» te puede ofrecer.
Las Calas de Peñíscola están situadas dentro del parque natural de la Sierra de Irta. Los 15 espacios del litoral cuentan con un certificado de calidad por su gestión medioambiental y se han visto convertidos en escenarios de rodaje en varias ocasiones. Las Calas de Peñíscola son un tesoro ecológico y un oasis de naturaleza gracias a la protección del Parque Natural y Reserva Marina. En Irta encontramos mar y montaña, torres de vigía, castillos templarios.
A lo largo de siete kilómetros de costa hacia el sur se encuentran estos escondidos rincones de naturaleza que ofrecen la tranquilidad requerida para disfrutar del litoral. Estos parajes singulares forman parte de la orografía recortada por la fuerza de las olas y, dependiendo de su ubicación, varía el material de su suelo pudiendo ser de arena, grava, guijarros o formado por rocas.
De todas ellas, la Playa del Pebret y la Cala del Russo son las que cuentan con más longitud y de las pocas que están formadas por arena fina. Además, se encuentran situadas junto al Antiguo Cuartel de Carabineros, un reformado espacio que hasta mediados del siglo XX se encargaba de controlar el tráfico de mercancías y ahora se ha reconvertido en punto de información turística y en un espacio de descanso y sombra en el que se promocionan las posibilidades de su entorno protegido.
Al recorrer el camino que rodea la costa del Parque Natural, uno de los elementos identificativos es la Torre Badum. Esta construcción vigía corona la cima del acantilado que resguarda la playa con el mismo nombre. La Cala Badum es un pequeño espacio recóndito que se caracteriza por su difícil acceso y por la tranquilidad de la que disfrutan sus visitantes.
Por otra parte, las más cercanas al núcleo urbano son -por orden de cercanía- la Playa de las Viudas y el conjunto formado por la Playa Santa Lucía y la «Caleta del Moro». La primera está considerada como semiurbana debido a su proximidad con la Playa Sur, por lo que goza del servicio de duchas. El acceso a este recorrido natural puede hacerse en coche, en bici o a pie; y para estas dos últimas opciones existen senderos habilitados y pequeños caminos.
La Playa Basseta, es una bonita playa y muy apta para visitarla al atardecer donde se verá una fantástica vista del castillo templario con una longitud de 1200 metros con señalización y limpieza.
La Cala Argilaga, es una coqueta cala de tan solo 40 metros con servicio de policía y de limpieza.
La Playa Torrenova, es una playa de mucha tranquilidad y calma y es obligatoria visitarla si quieres pasar un día idílico en la naturaleza.
La Playa Irta, es muy pequeña y es un lugar fenomenal para pasar el día después de haber hecho deporte donde se concentran los grandes amantes de los deportes a la pesca marítima.
La Playa de la Petxina, es una de las calas vírgenes más interesantes de Peñíscola y está repleta de conchas lo que es una gran experiencia y un lugar perfecto para practicar el buceo.
Otra de las playas y de las calas en Peñíscola es la Playa de Pebret, y es magnífica ya que es una de las playas de arena que hay en pleno parque natural, además de tener un valor importante ya que forma un gran ecosistema dunar, lo que la hacen realmente espectacular.
La Playa del Russo, también se encuentra en esta maravilla de ecosistema singular y en la misma puedes observar especies importantes como el lirio marino o la lechetrezna de mar.
La Playa Santa Lucía, tiene una longitud de 54 metros y de 1200 metros cuadrados de arena fina.
La Playa de las Viudas, tiene un coqueto servicio de ducha para el visitante con una total tranquilidad en la misma, ya que no hay apenas aglomeraciones turísticas.
La Cala Badum, en el Parque Natural de la Sierra Irta, está en un complicado acceso por lo que es un buen lugar para respirar paz y tranquilidad.
La Cala Volante, es una pequeña cala con servicio de limpieza y de policía.
La Cala L’Aljub, es una pequeña cala de guijarros y arena.


Cualquiera de estas las calas de Peñíscola son perfectas para practicar snorkel, ya que la belleza del paisaje no se acaba en la superficie. Al contrario, se multiplica cuando nos sumergimos en sus fondos marinos, llenos de escollos, bancos, bajos y praderas de posidonia, que son el refugio natural para tantas especies sobreexplotadas por la pesca. Todo un espectáculo para nuestros sentidos sin necesidad de ser un buceador experto. Muy cerca de la orilla podemos observar una gran variedad de pequeños peces y cangrejos, pulpos, estrellas de mar y, si tienes suerte, hasta tortugas.
Escenarios de cine. Las calas vírgenes del Parque Natural se han visto convertidas en varias ocasiones en escenarios naturales de rodaje para acoger grabaciones televisivas. La más reciente ha sido la de la serie de TVE, «El Ministerio del Tiempo», donde Peñíscola se vio convertida en una simulada marina de Punta Umbría en 1943. Además, la playa del Ruso acogió en 2013 el rodaje de algunas escenas de la producción de Antena 3 «El Barco».
Después de un largo día de calas en Peñíscola, Disfrutemos también de su Gastronomía. Cocina marinera. Una apuesta segura es una cena romántica en Casa Jaime, es recomendable reservar, déjate aconsejar por Jaime Sanz jr. (Desde arroces de autor, guisos de pescadores de Peñíscola, mariscos de la zona, sugerencias del día, el Mediterráneo es su despensa. Espero que descubráis los encantos de las Calas de Peñíscola.